lunes, 3 de agosto de 2009

Reflexión Huella Ecológica. NicolásJuri


www.cecades.cl
La Huella Ecológica es una herramienta o indicador de sustentabilidad que nos permite medir la demanda de recursos naturales por parte de la humanidad, lo que los autores hacen al calcular la Huella Ecológica, es llevar los diferentes modos de consumo (Energía, materiales, alimentos, agua, etc.) a una escala común medida en unidades de área de suelos bioproductivos, esta herramienta puede ser utilizada en niveles macro, meso y micro, lo que la hace muy efectiva y comparable.
Estudios publicados por Mathis Wackernagel junto a un grupo de científicos en año 2001, dan a conocer en un informe que la humanidad ya está usando más del 120 % de la capacidad ecológica del planeta, donde el uso excesivo de energía es una de las principales causas del deterioro, llegando a la conclusión nuestra cuenta ecológica se encuentra sobregirada. Analizando la situación histórica de los países del mundo, el consumo acelerado de recursos naturales, el exponencial crecimiento poblacional y los sistemas insustentables de producción de los países desarrollados están terminando con los ecosistemas globales, por ejemplo un ciudadano estadounidense consume casi 10 ha de suelos bioproductivos, un ingles consume 5,4 ha de suelos productivos y un alemán consume 4,7 ha de suelos bioproductivos (Todos de países desarrollados), mientras que la capacidad del planeta es aproximadamente de 2 ha de suelos bioproductivos per cápita, ahora si analizamos la situación de los países menos desarrollados como es el caso de Bolivia, un ciudadano boliviano consume 2 ha de suelos bioproductivos per cápita, lo que se ajusta a la biocapacidad de regeneración del planeta. Si analizamos en detalle la situación de un ciudadano estadounidense que dijimos consume caso 10 ha de suelos bioproductivos y el país donde reside tiene un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0.944, es decir, un desarrollo humano alto y lo comparamos con la situación de un ciudadano boliviano que consume 2 ha de suelos bioproductivos y reside en un país cuyo IDH es de 0.687, es decir, un desarrollo humano medio, se puede inferir que existe una relación directamente proporcional entre el IDH y la Huella Ecológica, a mayor IDH mayor será la Huella Ecológica, lo que indica que mientras más desarrollado sea un país más aumenta su impacto en el medio ambiente. Lo que hace que como chilenos nos preguntemos ¿Realmente queremos ser un país desarrollado?, dejando las reflexiones para el lector.
Si no se obtiene un compromiso en el corto plazo de los países desarrollados en que acepten cambiar sus hábitos de consumo indiscriminado de recursos, no habrá futuro para más de la mitad de nuestros hijos y nietos. El sistema económico debe reencontrarse y converger en un punto de equilibrio con el ecosistema antes que nuestra gran deuda actual se transforme en el embargo y la bancarrota de nuestra existencia. Aun es tiempo de realizar cambios en nuestras formas de producir, haciéndolo más eficiente y limpio, reduciendo y eliminando el uso de materiales desechables, mejorar nuestras fuentes de energía y fomentar la eficiencia energética, para que el desarrollo local de nuestros estilos de vida sea la llave para abrir puertas a los grandes cambios globales que el planeta, la humanidad y la vida necesita.

Nicolás Juri Rosales
Coordinador Nacional CECADES

1 comentario:

  1. Anónimo12:44:00

    me gusta q ayudemos al planeta q busquemos soluciones para un mejor futuro sin contaminacion para las nuevas generaciones

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